En medio de la batalla por la Madre de Todas
la Reformas, la energética, surgió una, muy menor pero significativa: la
cruzada contra la directiva del equipo de futbol León, por transmitir el
partido de ida de la final por el canal de paga Fox.
Todos los comentaristas y locutores de
Televisa se sumaron a esta guerrita, lamentando que la directiva mala no
permitiera que el pueblo tuviera acceso a su diversión favorita. Estos
arranques de perredismo deportivo llegaron al extremo de presentar entrevistas
con transeúntes o actores, empleados de la televisora, como si eso fuera una
encuesta.
¿Cuándo la restricción de señal ha sido un
problema para Televisa? En el caso de su filial Sky, presumen que muchos de los
partidos de la Copa del Mundo Brasil 2014 sólo se transmitirán por este
servicio satelital. El problema, obviamente, es el dueño de León, el villano
Carlos Slim.
Sus reticencias carecen de razón. México es, desde el 2007, el país de
América Latina con mayor número de suscriptores de TV restringida, superando a
Brasil y Argentina. Según el Consejo Latinoamericano de Publicidad en Multicanales de TV de
Paga (LAMAC, por sus siglas en inglés), para junio de 2013 el porcentaje de
hogares mexicanos con televisión de paga alcanzaba el 48.68 por ciento. Esto,
sin contar con los innumerables restaurantes, bares y centros botaneros que
dispusieron de pantallas para tan notorio evento. Es decir, el que quiso ver el
partido, lo vio.
Slim anunció estruendosamente que el partido se
transmitiría en forma libre a través de You Tube. Esto también era innecesario.
Existe un número importante de sitios web que transmiten eventos especiales.
Pero lo importante era demostrar que no había intención de su parte de privar
al-pueblo-de-México del sagrado pan del futbol.
El asunto, como siempre,
quedó en agua de borrajas. También hubo personas que pese a tener el servicio
de cable o satelital, prefirieron cambiar de canal o apagar la televisión.
Leer, escuchar música, hacer ejercicio o rascarse la barriga también son buenas
opciones.
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