Las
fiestas patrias son siempre motivo para hablar de nuestros grandes orgullos,
como la música ranchera, el escudo nacional, el pozole, las telenovelas y los
albures. En esta ocasión, sin embargo,
hablaremos de nuestras grandes vergüenzas, que vaya que las tenemos.
1. La selección mexicana de futbol. Con
suerte pasaremos de panzazo, primero si le ganamos a Panamá, que ya nos venció
dos veces en un mismo torneo, y luego si ganamos ida y vuelta contra Nueva
Zelandia. Y si somos vencidos, iremos al re-re-pechaje contra Burkina Faso en
retaches y hoyito matón, donde probablemente también perdamos. ¡Qué tiempos
aquellos en que nos sacaban del mundial por cachirules!
2. La gasolina importada.
Nos desgarramos las vestiduras para que “no se lleven nuestro petróleo”. El
caso es que importamos gasolina y gas. ¿No sería preferible que el petróleo ya
no fuera nuestro, sino de alguien eficiente? Y si además no fuera corrupto,
estamos del otro lado.
3. La pobreza. De
118 millones de mexicanos en el 2013, 57 millones (más de la mitad) son pobres.
Como vivimos rodeados de éstos (o somos parte de los mismos) ni cuenta nos
damos. Pero los noticieros de TV y el Inegi se confabulan para traernos de vuelta
a la realidad.
4. El sistema educativo.
Nuestro país tiene 15 millones de analfabetos. De 144 naciones calificadas por
el Foro Económico Mundial, México ocupa el lugar 118 por su nivel educativo. Si
se tratara del ranking de la FIFA querría decir que no le ganamos ni a los
paralímpicos de Brunei.
5. El SNTE, la CNTE y profes que los
acompañan. Sea que hagan marchas mítines y plantones o que se
aplasten cuatro horas y media al día en un salón de lunes a viernes, los
maestros son buena parte del problema que se señala arriba. La cárcel a Elba
Esther no es remedio, ya se vio, a menos que estén alfabetizándola en chirona.
6. El Chepo. Ya
salió de la selección y se vio que con él o sin él era lo mismo, pero vale la
pena ponerlo aquí por aquello de mi villano favorito. Dudábamos si poner al
exentrenador de fut o al Peje, pero éste último la verdad es que ya ni quien lo
pele.
Esta
lista estaría incompleta sin mencionar otras lacras nacionales como la gordura
(somos el país más obeso del mundo, lo que por cierto es nuestro único primer
lugar); la inseguridad, Chente (Fox o Fernández, usted escoja), el
narcotráfico, la dieta T, las Chivas y los Pumas, el salario mínimo y otras
muchas vergüenzas nacionales. Pero el espacio es limitado y el ingenio del
mexicano es inacabable.
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