La culpa es del Teletón

El affaire Lucero-Cazadora ya ha tenido un saldo negativo para la actriz y cantante. Tras la solicitud de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, de rechazar la participación de la exChispita como jurado en la Quinta Vergara, se difundió un boletín firmado por Pablo Morales, director general del Festival de Viña del Mar y Catalina Yudin, productora ejecutiva del mismo, donde señalan que “la cantante y actriz Lucero ha decidido cancelar su participación en la próxima edición del certamen”. En el reclamo de la munícipe se encuentra en forma explícita un no rotundo a la cacería deportiva y al maltrato de animales, que nunca ha salido de la boca o la pluma de Lucero.

También fue notoria la desaparición de comerciales de la marca de shapoo Pantene donde aparecía la actriz de telenovelas, aunque la representación de la propia Lucero ha manejado que esto se debe a que el contrato concluyó el 31 de diciembre de 2013. De manera extraoficial se ha manejado que podría dejar de ser imagen del Teletón, aunque la empresa Televisa no se ha manifestado al respecto.
Además de una airada carta en la que se queja por el uso de fotos “sacadas de contexto”, lo único cercano a una disculpa de sus acciones es un video en que en ningún momento menciona la cacería o la muerte de animales como deporte, sino que apenas dice que como persona que es, puede equivocarse y a quienes no concuerden con lo que ella hace, los respeta y punto.
Este incidente remite en forma necesaria al del 18 de agosto de 2003, cuando un guardaespaldas contratado por ella sacó una pistola para amenazar a periodistas en un teatro. El hecho, en sí reprochable, se transformó en un pantano para la llamada “Novia de América” cuando, en vez de disculparse con los reporteros amenazados, trató de justificar al obnubilado guarura y pronunció su inolvidable “¿y?”.
Ya desde aquel incidente, Lucero de México demostró un tacto de paquidermo y una inteligencia emocional nada abundante. Pero ese es su problema y probablemente no pueda culpársele de ello. La pregunta es: ¿por qué el Teletón insistió en que ella fuera su conductora principal? Porque era previsible que un nuevo arrebato de la intérprete del 9999 haría que las burlas recayeran en la institución de la Gente Extraordinaria, como finalmente ocurrió.
No hay aquí, como dejó entrever Carlos Loret de Mola, un complot de los acólitos de Carlos Slim contra la empresa de Azcárraga Jean. Puede que existan los medios slimistas antiTelevisa que supone el conductor de Primero Noticias, pero la mayoría de los memes que sacudieron las redes sociales eran de simples aficionados que aprovechaban el momento para divertirse. El único complot fue el de una visceralidad exacerbada, de la cual el Teletón fue un daño colateral.


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